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"content": "\"El furor de Glorfindel hizo saltar al Balrog de un lugar a otro, y su cota de malla lo protegía del látigo y las garras.Ora le hundía su arma en el yelmo de hierro, ora le cortaba el brazo con el que blandía el látigo a la altura del codo. \n\nAtormentado de dolor y miedo, el Balrog se abalanzó desesperadamente sobre Glorfindel, cuya arma soltó una dentellada como el colmillo de una serpiente; pero sólo alcanzó a golpearlo en un hombro, y entonces se enfrentaron en cuerpo a cuerpo, acercándose peligrosamente al filo del risco. \n\nEntonces la mano izquierda de Glorfindel tanteó en busca de una daga, y se la hundió en el vientre del Balrog cerca de su propia cara (porque ese demonio tenía el doble de su estatura); con un chillido, el Balrog cayó de espaldas desde la roca, pero, al caer, alcanzó a agarrar los pelos dorados de Glorfindel que sobresalían del yelmo, y así se precipitaron los dos al abismo.\"\n\nLa Caída de Gondolin.\nEl Libro de los Cuentos Perdidos II.\nEditorial Minotauro.\n#Tolkien\n#Tolkiendili\nhttps://tuiter.files.fedi.monster/media_attachments/files/113/438/320/002/251/959/original/ed53060427ef3509.jpg\n",
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