Alice Gould es ingresada en un sanatorio en contra de su voluntad. Acusada de haber intentado envenenar a su marido, cree ser una detective que está en el psiquiátrico para averiguar la identidad del asesino del padre de uno de sus clientes. Su elegancia y elocuencia conquista a médicos y residentes, a medida que entabla relación con personajes como Ignacio Urquieta, que le tiene miedo al agua, o Rómulo, un niño que niega a su hermano. La deslumbrante personalidad de Alice hace dudar sobre su supuesta paranoia, pero, ¿quién tendría interés por internar a una falsa trastornada?
“Los renglones torcidos de Dios”, de Torcuato Luca de Tena, se ha convertido en un clásico de la narrativa que flirtea con los límites de la cordura. Un thriller que juega con las expectativas del lector hasta el final, y que ha quedado un poco obsoleto en cuanto a terminología médica y convencionalismos. El autor pasó una temporada en un sanatorio para poder escribir esta historia que, aunque contiene muchos pasajes realistas, se toma sus predecibles licencias narrativas para exagerar la actitud de ciertos pacientes. A la par que empatizamos con la protagonista y con su historia, sentimos lástima y terror por muchas de las situaciones que se viven entre las paredes del sanatorio, escenario habitual de la novela. Entretenida, desgarradora y paternalista.
#resenasdelibros
#losrenglonestorcidosdedios
#torcuatolucadetena
